viernes, 22 de agosto de 2014

Curando al corazón - cap. 33


Bueno chuiquillas mías aquí os dejo otro capítulo, disfrutarlo y comentar :* os Amodorooo!!! <3

Peter se quedó inmóvil bajo mis caricias. Sonriendo contra su mandíbula, me trasladé a su cuello, después a sus hombros, mientras le besaba en distintos lugares. 
—¿Ah, no? —preguntó en voz baja. No respondí. Solamente sacudí la cabeza, moví la mano hasta llegar a la cintura de sus pantalones cortos y deslicé un dedo dentro. Le di un mordisquito en el cuello y alcé un poco la cabeza para poder mirarle. Me observaba con los ojos entornados. Saqué la otra mano de debajo de su camiseta, la bajé hasta el estómago y empecé a desabrochar sus botones. 
—¿Estás segura? —preguntó. 
—Totalmente —respondí, y metí la mano. 
—Ah, joder, La —gimió, moviendo las caderas para estar más a mi alcance. Eso hizo que el cosquilleo entre mis piernas reapareciese. Sentirle tan vulnerable en mis manos me tenía jadeando igual que él. Hizo que me sintiera necesitada. Así era como tenía que ser. Tocar a alguien de forma tan íntima provocaba que el deseo fuese compartido.
—¿Te gusta? —pregunté, observándole la cara con fascinación. Tenía la cabeza echada hacia atrás y los ojos cerrados. 
—Sí —respondió con un temblor en la voz. 
—¿Quieres... más? —pregunté. No estaba segura de querer hacer más. ¿Podía hacer más? ¿Estaba preparada? Peter abrió los ojos de golpe y su mirada abrasadora se encontró con la mía. Quería que dijese que sí, pero no estaba segura de que fuera el momento. ¿Podía echarme atrás?
—¿A qué te refieres con más? —me preguntó, examinando mi expresión, aunque su respiración seguía siendo acelerada. No aparté las manos de él. 
—No estoy segura de qué es más...no sé si deberíamos, si estamos listos para... el sexo. Pero quiero más. – Peter asintió y su mano cubrió lamía. 
—Podemos hacer más sin practicar el sexo —dijo en un susurro—. Pero te quiero desnuda.
Al oír sus palabras, el corazón medio un vuelco en el pecho. ¿Estaba preparada para desnudarme completamente sin la seguridad que me proporcionaba la oscuridad de la tienda de campaña? 
—Por favor, Lali.
Temblando de nervios, asentí. Dejé caer mi falda y tiré de mi camiseta para quitármela por la cabeza. Su mirada estaba clavada en mi pecho desnudo. 
—Quítatelo todo, La.
Me puse de pie tragando saliva y deslicé los dedos por los lados de mis braguitas rosas de satén y las dejé caer. 
—Uau —dijo Peter.
 No me atrevía a mirarle. Nunca había estado completamente desnuda delante de nadie. No a plena luz, donde pudiesen verme. Del todo. Peter se movió y su camiseta cayó a mis pies. Me obligué a levantar la vista cuando sus pantalones cortos y sus calzoncillos cayeron después. 
—Ven aquí —dijo, ofreciéndome la mano. Parecía que al final íbamos a hacerlo. Su cuerpo musculoso y bronceado era una belleza. Él era hermoso. Pero aún no estaba lista para eso. ¿O sí? 
—No nos vamos a acostar, princesa. Llegaremos lo más cerca posible sin hacerlo. Te lo prometo.
Asentí, le di la mano y tiró de mí lo suficiente para cogerme de la cintura y colocarme a horcajadas encima de él. 
—Baja un poco —dijo, y me guió mientras evitaba que su miembro entrase ahí donde ambos sabíamos que aún no podía pasar. Cuando entramos en contacto, solté un grito provocado por la intensidad de aquella sensación. Las manos de Peter se asieron con más fuerza a mi cintura y echó la cabeza atrás con un rugido.
—Joder. Esto es increíble.
Tuve que mostrarme de acuerdo. Esto era mucho mejor que sólo tocarme.
Sentir su firmeza apretada contra mí me dejaba sin aliento. Sus manos abandonaron mi cintura y me ciñó el rostro guiando mi boca hasta la suya. Su lengua se introdujo en mi boca con un grito hambriento y empezó a besarme con una urgencia desesperada que me hizo anhelar más. Mecí las caderas, necesitaba la fricción. Mi cuerpo iba por su cuenta. Era incapaz de pensar. Rompí el beso y solté un grito cuando alzó las caderas y apretó algo, provocando en mi interior una oleada de estremecimientos. 
—Eres fantástica —murmuró mientras me besaba— La, te deseo tanto. Deseo tanto estar dentro de ti. 
—¡Pitt! —supliqué, mientras movía las caderas más rápido. 
—Mía —dijo él en un tono feroz, antes de aferrar mis caderas y empezar a controlar mis movimientos— Eres mía. Sólo mía. Toda mía, cariño.
Entre el contacto de nuestras pieles y sus palabras, perdí la cabeza. El éxtasis que mi cuerpo buscaba se desató, y temblé de forma incontrolada mientras me abrazaba a su pecho. El largo rugido de placer que soltó Peter intensificó aún más aquella sensación. Sus brazos me envolvían con firmeza. Ambos respirábamos entrecortadamente, temblando en brazos del otro.







5 comentarios :

  1. Wow hermoso capi, ya me puse al dia cn la nove tenes q subir ya el siguiente atte; maria

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  2. Oh DIOS MIO! Me ENCANTO este capitulon sube el siguiente yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

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  3. Perooo noo laa dejes aquiii!! Sube otro!!
    No hace falta q me avises cuando subas, ya me pasare yo por aqui a ver si hay capitulo o no !

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  4. morí seguí no seas forra ;) q te kero mucho. soy carla

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