Chic@s!!! bueno os dejo un nuevo capítulo, comentar! por cierto se acerca algo desagradable ^.^
Y Cori Peter ya se irá olvidando de Euge jeje ;)
—Si quiere
ostras, ya se las pediré yo —respondió Gas en tono irritado, recordándome que
él también estaba ahí.
—Sólo me
ofrecía a compartir, Gas. No hace falta que te enfades -contestó Peter, sin
quitarme los ojos de encima. Sus dedos se enredaron con los míos y me dibujaron
una caricia en la palma de la mano. Tuve que apretar los dientes para no
soltar un sonido embarazoso provocado por la sensación adictiva de su tacto.
Gas abrió la puerta y me arrimó más a él, y luego me puso la mano en la cintura
para guiarme por el interior del restaurante. Se estaba interponiendo entre Peter
y yo, y eso hizo que me sintiera culpable. Me estaba derritiendo a los pies de
Peter durante mi cita con Gas.
—Tengo que
ir al baño. Ven conmigo, Lali —dijo Leann, agarrándome del brazo y guiándome hasta
el baño, lejos del grupo. En cuanto se cerró la puerta a mi espalda, Leann
se dio la vuelta enérgicamente.
—Vaya,
chica. ¿Necesitas echarte un poco de agua fría en la cara? Después de ver
lo que acaba de pasar, creo que yo sí voy a refrescarme un poco. – Solté un
quejido y me tapé la cara con las manos. Genial, todo el mundo lo había visto.
¿Por qué me hacía esto Peter? Me tenía a sus pies. Era ridículo. Me utilizaba
para poner celosa a Euge y yo se lo estaba permitiendo.
—Lo siento
—dije al fin. Leann soltó una risita ahogada.
—¿Por qué?
No has hecho nada. Peter Lanzani está bueno, Lali. Y yo nunca, y digo nunca,
había visto que se comportara así con nadie. Ni siquiera con Eugenia. No puedo
creer lo que acaba de pasar. Antes era tan educado y respetuoso. Nunca había
sido sexy. No creía que fuese capaz. Pero demonios, te prometo que
necesito meterme un poco de hielo debajo de la camiseta. Siempre me ha parecido
guapo, pero no podía competir con Nico en cuanto a atractivo sexual porque era
tan..., tan bueno. Pero vaya, hace un momento rezumaba sensualidad. Me hubiese
echado en sus brazos si me lo hubiese hecho a mí, y eso que tengo novio.
Bajé las
manos, con las que me había tapado la boca, absorbiendo las palabras de
Leann.
—Piénsalo
bien. ¿Le has visto alguna vez tocar o mirar a Euge de modo que diese a
entender que deseaba estar con ella a solas? No. Porque nunca ha pasado. Se
comportaban como si Euge fuese una monja y él un sacerdote. Pero contigo...
—Leann me señaló con un dedo y sonrió con picardía—. Estaba que echaba humo.
—¿De verdad?
—pregunté incrédula.
—¡Pues
claro! La cuestión es: ¿qué estás haciendo con Gas? Porque es un buen
chico. No quiero que lo pase mal, y parece que le gustas de verdad.
—No lo sé,
creo que no me gusta de la misma manera. Es agradable y parece interesado en mí
y pensé... —No supe cómo continuar. Gas era su amigo, y tal vez no fuera una
buena idea contarle los verdaderos motivos por los que había accedido a salir
con él.
—Pensabas
que Peter se pondría celoso. Lo imaginaba. Somos mujeres, Lali. Eso es lo que
pasa cuando un dios como Peter Lanzani da rienda suelta a sus poderes con
nosotras. Tendrás que decírselo a Gas, pero con delicadeza. No le hagas daño,
¿vale? – Asentí y levanté la vista para mirarme al espejo.
—No le haré
daño. Me aseguraré de que lo entienda, y tampoco dejaré de hacerle caso esta
noche sólo porque esté Peter.
—Bien —dijo
Leann, asintiendo con la cabeza. Se abrió la puerta detrás de mí y entró
Eugenia, mordisqueándose los labios y mirándonos alternativamente a Leann y a
mí.
—He tenido
que intervenir, pero creo que ya está todo claro —informó Leann cuando mi prima
dio un paso vacilante al interior del baño.
—Ah, vale.
—Me miró fijamente un momento—. ¿Te encuentras bien?
—Sí, muy
bien, no te preocupes.
—Peter es
diferente con ella, Euge —dijo Leann sin rodeos.
—Lo sé. Me
he dado cuenta.
—Creo ni él
mismo es consciente de cuánto.— Euge miró a Leann y una pequeña sonrisa se
formó en sus labios.
—Venga.
Volvamos antes de que alguien diga una palabra de más y se líen las cosas.
Peter
—¿Qué
narices ha sido eso? — preguntó Gastón en cuanto desapareció Eugenia.
—Euge yendo
al baño —respondí en tono hastiado. Gastón se dispuso a levantarse, soltando
una especie de rugido.
—Siéntate
—bramó Nico, y el chaval se dejó caer otra vez en la silla.— Has entendido
perfectamente a qué se refiere, Peter.
—Sabe que me
gusta Lali. Pero si hasta nos ha visto hoy en el barco. Estaba conmigo.
Conmigo. Quiere estar conmigo. Se le ve en la cara. No esculpa mía que la
invitase a salir y ella fuese demasiado educada para rechazarlo. —Gastón soltó
un suspiro frustrado. Sabía que tenía razón.
—Tú sigues
colgado de Euge... —Se interrumpió al ver la mirada furiosa de Nico.
—No, no estoy
colgado de Euge. Ella ha pasado página y yo intento hacer lo mismo. Pero tú te
estás entrometiendo.
—¿Hace falta
que coquetees con ella durante mi cita? ¿No puedes dejar que disfrute de la
noche con Lali? —Negué con la cabeza, levantando la bebida que la
camarera me había dejado delante.
—¿Y que ella
piense que no me importa que esté contigo? Imposible. Tiene que saber lo que
quiero.
Amo tu novela enceeriooo!! Esperare a que peter se valla olvidando, un pregunta!! Esa cosa desagradable tiene q ver con laliter? O es muy fuerte
ResponderEliminarBesos y seguilaa ♡!