Bueno amores aquí os dejo los 2 capítulos que os prometí que no se me olvidó eh Carlita ;) y bueno muchas gracias a las hermosuras que siempre me comentan, y a las que no lo hacen también les agradezco por leer, os Quiero mucho a todas :*
PD: se acerca algo no muy bueno :/
—Lali
—susurró, mirándome fijamente. Me moví un poco, abriendo las piernas para que
se acomodara entre ellas.
—Oh —jadeé,
y él me tapó la boca con la suya. Los besos lánguidos y tiernos habían
desaparecido y Peter me consumía con una urgencia feroz. Mi cuerpo se pegó
al suyo como si tuviese mente propia y, esta vez, fue Peter el que gimió. Sus
manos cubrían mis pechos desnudos, acariciándome y provocando que mi
mundo explotase fuera de control. Su boca ahogó mi respuesta, pero en ese
momento no me importó. Era como si alguien hubiese disparado fuegos
artificiales dentro de mi cuerpo. Me aferré a él, temerosa de caer a algún
lugar del que no podría regresar. El dolor había repercutido por todo mi
cuerpo, convirtiéndose en un placer que no sabía que existía. Al volver
lentamente en mí, me di cuenta de dos cosas. Peter ya no me estaba tocando el
pecho. Tenía las manos a ambos lados de mi cabeza, la tela del saco de dormir
agarrada con fuerza en sus puños. Su cabeza estaba enterrada en la curva entre
mi cuello y mi hombro, y respiraba entrecortadamente. Su cuerpo se sostenía
rígido sobre el mío y, con mucho cuidado, bajé las piernas con lasque me había
estado sujetando a él. Peter no se movió ni se relajó. La vergüenza y la
preocupación por lo que habíamos estado haciendo me invadieron. ¿Qué era lo que
acababa de experimentar? Su cálida boca depositó un beso en mi cuello y me
estremecí.
—No lo hagas
—exigió en un susurro ahogado. Dejé de moverme, temiendo haber hecho algo mal. Permanecimos
tumbados unos minutos en silencio y cada vez me sentía más preocupada. Finalmente,
levantó la cabeza y soltó el saco de dormir para enderezarse y apartarse de mí,
con cuidado de no presionar mi entrepierna. La humillación me invadió al
ver que buscaba mi camiseta. Sin decir nada, dejé que me la pusiera. Me
tapó el pecho desnudo y también el estómago, mientras yo me incorporaba en el
saco de dormir. Había hecho algo mal. Sentía el estómago revuelto.
—Lo siento
—susurré.
Peter alzó
la cabeza para mirarme, pero no le devolví la mirada. No podía.
—¿Qué?
—preguntó en una voz grave y ronca que nunca le había oído. Me tapé la cara con
las manos para que no viese las lágrimas que me brotaban.
—No sé por
qué lo he hecho. Lo siento mucho. No quería...Peter estaba delante de mí, apartándome
las manos de la cara y obligándome a mirarle.
—¿Lo
sientes? ¿Lali, comprendes lo que acaba de pasar? – Me encogí de hombros y
sacudí la cabeza.
Peter soltó
una risita y tiró de mí para que me sentara en su regazo.
—Ha sido el
momento más increíble de mi vida. No lo sientas. Por favor — dijo en el
mismo tono de voz grave y sexy que había utilizado antes. Examiné su expresión
un momento.
—Pero... No
lo entiendo. – Peter se inclinó y me dio un beso en la punta de la nariz y
después uno en cada párpado.
—Entonces
deja que te lo explique. Una chica preciosa acaba de confiar en mí lo
suficiente como para que la toque como nunca la han tocado. He podido abrazarla
y contemplarla mientras se deshacía en mis brazos. No se parece a nada que haya
experimentado antes. Es una chica asombrosa y ha reaccionado a mis caricias. Me
desea.... Y he sido yo el que ha conseguido que escalase fuera de control. Oh.
Pero...
—Pero
parecías tan tenso y enfadado cuando he reaccionado así, y te has apartado de
mí como si no quisieras estar conmigo. – Peter soltó una risa ahogada.
—Lali,
estaba reuniendo hasta la última gota de autocontrol porque no quería
arrancarte esos pantalones cortos y hacer algo para lo que ninguno de
los dos está preparado. Durante un momento lo único que veía era el deseo
que me consumía, y he estado a punto de hacerlo. Lo que has interpretado como enfado
era que estaba intentando calmarme. – La firmeza que sentí junto a mi trasero
al sentarme en su falda me indicó que no se había calmado del todo.
—Pero tú
todavía... —No supe cómo seguir y una sonrisa torcida le apareció en la
cara.
—Sí, bueno,
dudo que pueda quitármelo de encima sin una ducha bien fría y creo que me la
voy a dar dentro de un minuto.
Oh, vaya.
Sabía lo suficiente como para comprender que un chico podía pasarlo
muy mal si una chica le excitaba y no... conseguía aliviarse.
No podía imaginar permanecer en ese estado por mucho tiempo. Él me había abrazado
mientras conseguía mi desahogo.
—Podría...
ayudarte —ofrecí en voz baja y él se puso rígido.
—¿Qué?
—Podría
ayudarte a, mmm..., a desahogarte. Quiero decir que estás así por mi
culpa. Podría..., bueno, quiero ayudar.
—Oh, mierda
—musitó, tapándose la cara con la mano y frotando con fuerza— Lali, no me
puedes decir estas cosas ahora mismo.
—¿Por qué
no?
—Porque con
sólo pensarlo, me duele más. Me bajé de su regazo y no levanté la vista para
ver su reacción. Respiré hondo y alcancé el botón de sus pantalones. Me
agarró de la mano.
—Oh, no. No
dejaré que lo hagas.
—Quiero
hacerlo. – Peter sacudió la cabeza.
—No, Lali.
Iré al baño y lo solucionaré. – Aparté la mano con más fuerza de la necesaria y
seguí. —Dios —gruñó mientras le bajaba los pantalones. Alzó las caderas
para que pudiese bajarlos lo suficiente. Me sentía poderosa. Ver a Peter
Lanzani completamente fascinado con todo lo que hacía era excitante, además de divertido.
La Lali nerviosa y reservada gritaba dentro de mi cabeza que no podía
tocar a un chico ahí, pero yo la mandé callar y me olvidé de ella. Estaba
dispuesta a hacerlo.
—Joder
—resolló Peter, con tanta fuerza que me hizo estremecer. Un temblor le recorrió
el cuerpo. —Lali —dijo en un susurro entrecortado—. Nunca han... No creo que
pueda... Ah, qué bien. – El placer que irradiaba su expresión despertó mi deseo.
Le solté y me quité la camiseta que me había puesto. Después, me senté a
horcajadas sobre él, apoyándome en sus rodillas antes de sujetarle de
nuevo.
—Joder
—silbó Peter entre dientes, y se arqueó debajo de mí. Le miré a la cara y vi
que sus ojos estaban fijos en mi pecho. Ésa era la idea. Quería sus ojos sobre
mí.
—Más fuerte
—dijo en tono suplicante—. Agárrame con más fuerza. – Había intentado no
hacerle daño, pero parecía querer que le apretase más. Me incliné hacia
delante y coloqué una mano en su muslo y oprimí suavemente con la
otra. —Ah —gruñó, y se dejó caer hacia atrás, apoyándose en los
codos. —Lali, me voy a...—alargó la mano para apartar la mía.
—Bien
—respondí, negándome a soltarlo. Y me incliné para besar sus abdominales, que
se tensaban con cada respiración.
—Mierda
—gimió, y su mano se enredó en mi pelo— No podré parar. – Le devolví la mirada,
tenía los ojos empañados por el placer. Me lamí los labios deliberadamente y
apreté con más fuerza.
—Joder
—gritó.
Madre de diiioooos!!! El capitulo estuvoo muy bueenoo(como peter jaja) estuvooo muy hooot!!! UNA DUDA??!!! PETER EA VIRGEN????!!!!! subeee el otroo yaaa
ResponderEliminarOh MY GOD! madre mia este capi me encanto lali se "siente poderosa" jjjjj que risa me dio esa parte y pit cm disfruto yo tmbn tengo esa duda pit es virgen¿!
ResponderEliminarah bueno !moriii con este cap, ya vi q no t olvidaste asi m gusta che se rezarparon ests dos jijiji yo creo q peter si es virgen ahaha
ResponderEliminarsoy Carlita jiji
Uyyy aquí hay tema pero vamos
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