Bueno chuiquillas mías aquí os dejo otro capítulo, disfrutarlo y comentar :* os Amodorooo!!! <3
Peter
se quedó inmóvil bajo mis caricias. Sonriendo contra su mandíbula, me trasladé
a su cuello, después a sus hombros, mientras le besaba en distintos lugares.
—¿Ah,
no? —preguntó en voz baja. No respondí. Solamente sacudí la cabeza, moví la
mano hasta llegar a la cintura de sus pantalones cortos y deslicé un dedo
dentro. Le di un mordisquito en el cuello y alcé un poco la cabeza para poder
mirarle. Me observaba con los ojos entornados. Saqué la otra mano de debajo de
su camiseta, la bajé hasta el estómago y empecé a desabrochar sus
botones.
—¿Estás
segura? —preguntó.
—Totalmente
—respondí, y metí la mano.
—Ah,
joder, La —gimió, moviendo las caderas para estar más a mi alcance. Eso hizo
que el cosquilleo entre mis piernas reapareciese. Sentirle tan vulnerable
en mis manos me tenía jadeando igual que él. Hizo que me sintiera necesitada.
Así era como tenía que ser. Tocar a alguien de forma tan íntima provocaba que
el deseo fuese compartido.
—¿Te
gusta? —pregunté, observándole la cara con fascinación. Tenía la cabeza echada
hacia atrás y los ojos cerrados.
—Sí
—respondió con un temblor en la voz.
—¿Quieres...
más? —pregunté. No estaba segura de querer hacer más. ¿Podía hacer más? ¿Estaba
preparada? Peter abrió los ojos de golpe y su mirada abrasadora se encontró con
la mía. Quería que dijese que sí, pero no estaba segura de que fuera el
momento. ¿Podía echarme atrás?
—¿A
qué te refieres con más? —me preguntó, examinando mi expresión, aunque su
respiración seguía siendo acelerada. No aparté las manos de él.
—No
estoy segura de qué es más...no sé si deberíamos, si estamos
listos para... el sexo. Pero quiero más. – Peter asintió y su mano cubrió
lamía.
—Podemos
hacer más sin practicar el sexo —dijo en un susurro—. Pero te quiero
desnuda.
Al
oír sus palabras, el corazón medio un vuelco en el pecho.
¿Estaba preparada para desnudarme completamente sin la seguridad que
me proporcionaba la oscuridad de la tienda de campaña?
—Por
favor, Lali.
Temblando
de nervios, asentí. Dejé caer mi falda y tiré de mi camiseta para quitármela
por la cabeza. Su mirada estaba clavada en mi pecho desnudo.
—Quítatelo
todo, La.
Me
puse de pie tragando saliva y deslicé los dedos por los lados de
mis braguitas rosas de satén y las dejé caer.
—Uau
—dijo Peter.
No
me atrevía a mirarle. Nunca había estado completamente desnuda delante de
nadie. No a plena luz, donde pudiesen verme. Del todo. Peter se movió y su
camiseta cayó a mis pies. Me obligué a levantar la vista cuando sus pantalones
cortos y sus calzoncillos cayeron después.
—Ven
aquí —dijo, ofreciéndome la mano. Parecía que al final íbamos a hacerlo. Su
cuerpo musculoso y bronceado era una belleza. Él era hermoso. Pero aún no
estaba lista para eso. ¿O sí?
—No
nos vamos a acostar, princesa. Llegaremos lo más cerca posible sin hacerlo. Te
lo prometo.
Asentí,
le di la mano y tiró de mí lo suficiente para cogerme de la cintura y colocarme
a horcajadas encima de él.
—Baja
un poco —dijo, y me guió mientras evitaba que su miembro entrase ahí donde
ambos sabíamos que aún no podía pasar. Cuando entramos en contacto, solté un
grito provocado por la intensidad de aquella sensación. Las manos de Peter se
asieron con más fuerza a mi cintura y echó la cabeza atrás con un rugido.
—Joder.
Esto es increíble.
Tuve
que mostrarme de acuerdo. Esto era mucho mejor que sólo tocarme.
Sentir
su firmeza apretada contra mí me dejaba sin aliento. Sus manos abandonaron mi
cintura y me ciñó el rostro guiando mi boca hasta la suya. Su lengua se
introdujo en mi boca con un grito hambriento y empezó a besarme con una
urgencia desesperada que me hizo anhelar más. Mecí las caderas, necesitaba la
fricción. Mi cuerpo iba por su cuenta. Era incapaz de pensar. Rompí el
beso y solté un grito cuando alzó las caderas y apretó algo, provocando en
mi interior una oleada de estremecimientos.
—Eres
fantástica —murmuró mientras me besaba— La, te deseo tanto. Deseo tanto estar
dentro de ti.
—¡Pitt!
—supliqué, mientras movía las caderas más rápido.
—Mía
—dijo él en un tono feroz, antes de aferrar mis caderas y empezar a controlar
mis movimientos— Eres mía. Sólo mía. Toda mía, cariño.
Entre
el contacto de nuestras pieles y sus palabras, perdí la cabeza. El éxtasis que
mi cuerpo buscaba se desató, y temblé de forma incontrolada mientras me
abrazaba a su pecho. El largo rugido de placer que soltó Peter intensificó aún
más aquella sensación. Sus brazos me envolvían con firmeza. Ambos respirábamos entrecortadamente,
temblando en brazos del otro.
Wow hermoso capi, ya me puse al dia cn la nove tenes q subir ya el siguiente atte; maria
ResponderEliminarOh DIOS MIO! Me ENCANTO este capitulon sube el siguiente yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarPerooo noo laa dejes aquiii!! Sube otro!!
ResponderEliminarNo hace falta q me avises cuando subas, ya me pasare yo por aqui a ver si hay capitulo o no !
morí seguí no seas forra ;) q te kero mucho. soy carla
ResponderEliminarUyuyyy aquí si hay tema jajaja
ResponderEliminar