Hola chicas! gracias por comentar y bueno ya os avisaré por twitter ;) Aviso que este capítulo es un poco hot, aunque el siguiente es aún más jaja ;)
— ¿Qué haces
aquí? ¿Escapar de las quejas de Agus?
—Estoy
echando un vistazo — respondí. Nico se puso a mi lado. Por mi visión
periférica, vi que estaba mirando en la misma dirección que yo.
—Pareces
feliz con Lali. Euge dice que le gustas mucho. – La advertencia en su voz era
evidente. Si hacía daño a Lali, hacía daño a Euge, y eso Nico no lo iba
a permitir.
—Lali es
fantástica. Y conoce perfectamente mi situación. Pronto llegará agosto y
yo me iré a Florida y ella se marchará a... donde quiera que se marche. – Nico
giró la cabeza para mirarme.
—¿No sabes
ni siquiera a qué universidad irá?
—No. No ha
surgido en nuestras conversaciones. – Nico sacudió la cabeza con incredulidad.
—Antes, no
hace mucho, eras el bueno. Te preocupabas por los sentimientos de todo el
mundo. Era hasta ridículo lo educado y atento que eras. Has cambiado, Peter. No
puedo creer lo que estoy diciendo, pero echo de menos a ese tío. Siempre
le admiré. No podía enorgullecerme de mis decisiones, pero siempre estaba
tan orgulloso de las tuyas, joder. – La ira que había brotado a la superficie
desapareció con su última frase. Nico se dio la vuelta y regresó al campamento,
dejándome solo para pensar en lo que acababa de decirme. Saber que se
sentía orgulloso de mí hizo que me ardiesen los ojos. Nunca hubiese imaginado
que mi hermano, el tío duro, estuviese dispuesto a admitirlo.
Lali
Estaba
sentada sobre mi saco de dormir, comprobando los mensajes que habían aparecido
en mi móvil por arte de magia en cuanto llegamos a los baños. La cobertura
en la jungla no era precisamente buena, que digamos. Pero en los baños
había wi-fi, un hecho tan sorprendente como curioso, y ahora tenía un montón de
mensajes por leer.
Peter, Nico
y Pablo estaban apagando el fuego y asegurándose de que las provisiones
pasaban la noche a buen recaudo. Nos habíamos sentado en torno a la hoguera y
habíamos asado salchichas y nubes. Peter había traído algunas cosas frías en la
heladera.
Papá: Por favor,
llámame, cariño. No puedo contactar contigo.
Papá: He llamado a
casa. Sarah me dijo que estabas de acampada. Ten cuidado llámame lo antes
posible.
Aún no
estaba preparada para hablar con él. Le llamaría cuando llegase a casa de
Euge, pero por ahora necesitaba un poco más de tiempo.
Mamá: ¿Por qué no me
dijiste que la zorra estaba preñada?
Mamá: NO quiero
que vayas. Tu padre te está destrozando la vida. Ignórale. Puede pudrirse en el
infierno.
Mamá:¡No le llamas!
Sarah dice que ha llamado preguntando dónde estabas. ¡no me dijiste que estabas
saliendo con PETER LANZANI! ¡Me alegro tanto por ti!
Por fin
había conseguido algo que era de Euge. Mi madre adoraba a mi prima, y
durante la mayor parte de mi vida había tenido que oír lo perfecta que era Euge
y lo maravilloso que sería si me pareciera más a ella. No me sorprende que
fuese tan cruel con Euge, cuando éramos pequeñas. Sacudí la cabeza y borré el
resto de mensajes de mi madre sin leerlos.
Cande:¿Ya sabes qué
hacer con lo de la universidad? ¿Has hablado con tu padre del dinero?
Cande: Puedes
ignorarme, pero cuando estés atrapada en nuestra vieja ciudad de siempre,
cogiendo el tren para ir a la universidad pública mientras los demás están
disfrutando de la verdadera experiencia universitaria... ¡Desearás haber hecho
alguna cosa!
Estaba en lo
cierto. Tenía que hablar con mi padre sobre el dinero que necesitaba.
Aunque había conseguido una pequeña beca, si iba a la universidad fuera del
estado iba a necesitar ayuda económica. Me habían aceptado y la matrícula
estaba pagada, pero a causa de los ingresos de mi padre no podía obtener
más dinero. No había solicitado los préstamos a tiempo y ahora necesitaba
ayuda. La lona de la tienda se abrió, y Peter entró con una sonrisa.
—¿Me estabas
esperando? – El corazón me empezó a palpitar y las preocupaciones sobre la universidad
quedaron a un lado.
—Sí.
—Perdona el
retraso, pero he tenido que cazar a todos los osos hambrientos que rodeaban la
tienda —dijo en tono burlón. Iba a contestarle cuando se quitó la camiseta
y su bien definido pecho hizo acto de presencia a escasos centímetros de mi
cara. Tragué saliva con fuerza y me concentré en respirar con normalidad. Sus
abdominales eran tan perfectos que parecían de mentira. Le había visto sin
camiseta, pero nunca tan cerca. Sus pantalones cortos de camuflaje colgaban de
sus caderas, que sorprendentemente también estaba bien definidas. Una
pequeña zona de pelo negro que bajaba desde su ombligo hasta perderse dentro de
sus pantalones me hizo tragar saliva. De repente, noté que hacía muchísimo
calor en la tienda, pensé que necesitaba un buen chorro de agua fría o un
abanico para refrescarme.
—Lali —la
voz de Peter interrumpió mis pensamientos y aparté los ojos de su tentador
estómago para mirarle a la cara. Oh, no. Me lamí los labios en un ademán
nervioso, intenté pensar una respuesta, pero él me estaba ayudando a
tumbarme y en cuestión de segundos me besó. Sus labios eran más cuidadosos de
lo que indicaba su mirada. Solté un grito ahogado cuando noté su pecho desnudo
presionando la fina tela de mi camiseta de tirantes y su lengua dentro de mi
boca provocando, saboreando y volviéndome loca. Necesitaba sentirle.
Deslicé las manos por sus brazos, notando cómo los flexionaba. Disfrutaba de
una agradable sensación de poder: el efecto que tenía en él una simple caricia,
y seguí explorando su musculosa espalda. Rocé sus apetitosos abdominales con
las uñas, arrancándole un gemido. Su boca abandonó la mía y dejó una estela
de besos desde mi mandíbula hasta el cuello. Cuanto más se acercaba a mi pecho,
más agitada se tornaba mi respiración. Apoyándose sobre un brazo, resiguió
el escote de mi camiseta con la mano, observándome con atención. Sabía que
estaba esperando a que le diese permiso para seguir adelante y aunque
tenía claro que permitirle continuar no era una buena idea, no pude negarme.
El anhelo que brillaba en sus ojos era imposible de rechazar. Temiendo que
no me saliese la voz, le respondí arqueándome un poco en respuesta a su
caricia. Se le abrieron los ojos en señal de sorpresa y luego adoptaron un
brillo vidrioso cuando bajó la cabeza. Clavó su mirada en mí mientras
presionaba los labios sobre mi escote. Sus ojos verdes me mantuvieron hipnotizada
cuando sacó la lengua con un movimiento rápido y lamió la curva de mi pecho y
después siguió adelante hasta al pequeño pliegue entre ambos senos. Una mano se
deslizó por debajo de mi camiseta y subió por mi estómago dejando un sendero
abrasador a su paso hasta que se detuvo debajo de mi sujetador. Se me escapó
una especie de quejido y eso fue el único estímulo que Peter necesitó. Su mano
acarició el encaje de mi sujetador hasta que encontró el cierre y lo abrió con
un chasquido. Cerré los ojos con fuerza al sentir que mis pechos se liberaban.
Nunca me habían tocado así. Cuando me tocó el pecho, casi di un salto. El
escalofrío que me recorrió el cuerpo entero me sorprendió. Peter me subió
la camiseta con lentitud. Si pensaba detenerlo, éste sería el momento
idóneo. Abrí los ojos para decir algo, pero sus pupilas dilatadas y su
expresión de asombro me paralizaron. En lugar de decir nada, me erguí un
poco y alcé los brazos para que me quitara la camiseta y el sujetador. Había
llegado el momento…
Habia llegado el momento de que? De cortar la novela aqui??!!! Subee el otroo hoyy pleasee naay... que sabes que te quierooo!!!!
ResponderEliminarSubí otroooooooooo no nos dejes asi #queremosotrocap soy maria
ResponderEliminarHermoso capi Nayla tienes que subir lo mas pronto posible. Espero estes bien un beso guapa
ResponderEliminarMe ha encantado el capitulo, pero tienes que subir otro ya!!
ResponderEliminarJenu
Dale nay mañana nos debes 2capitulos recordalo sos una guacha x dejarnos asi pero te keremos igual jiji ^_^
ResponderEliminarSe me olvido firmar jiji soy carla
EliminarMadre del cordero aún no lali aún noooo jejeje
ResponderEliminar