lunes, 11 de agosto de 2014

Curando al corazón - cap. 16





 Bueno amores os dejo un capítulo más, y muchas gracias a Carla, Cori, María y al anónimo por leer y comentar :´) no os enfadéis mucho con Lali eh jeje, besazos y disfrutar del capítulo y si queréis que os avise cuando suba nuevo capítulo dejarme vuestros twitters :*
—Lali —di un paso hacia ella, pero sacudió la cabeza y salió corriendo. Quería ir a buscarla, pero Gastón se interpuso. 
—No. No dejaré que le hagas esto. Pensaba que tal vez eras sincero y estaba dispuesto a echarme atrás y dejar que te la quedaras. Pero tus intenciones no eran buenas. Si lo fueran, no hubieses podido soltar lo que acabas de decir a voz en grito, sin importarte que ella pudiera oírte. 
—Apártate, Gastón —grité e iba a empujarle, pero una mano me agarró el hombro. 
—Deja que vaya con ella. Ya has hecho suficiente. —Nico no iba a soltarme. Tendría que pelearme con él y acabaríamos los dos en el calabozo. Derrotado, me di la vuelta y caminé hasta el coche a grandes pasos. Esperaría a que empezase el concierto, y cuando Nico estuviese distraído, la encontraría. Tenía que hacerlo. El desconsuelo que vi en sus ojos era más doloroso de lo que nunca hubiese imaginado. 

Lali

  —¡Lali, espera! —gritó Gas a mi espalda. Por mucho que no quisiera que me viese llorando por Peter, no podía seguir huyendo de él. Aquella noche, era mi pareja. Me detuve y me apoyé en la pared de ladrillo, junto a los servicios. Gas se paró delante de mí con una expresión preocupada en la cara que me hizo sentir peor. 
—Lali, lo siento. 
—¿Por qué? No has hecho nada, excepto cometer el error de invitarme a salir. – Alargó la mano y me acarició la cara, secándome las lágrimas con el dedo. 
—Invitarte a salir no ha sido ningún error. –Solté una risa triste. 
—Sí, claro. 
—Lo digo en serio. —Soltó un suspiro y me cogió de la mano
—Hoy, en el barco, me he dado cuenta de que te gusta Peter. Excepto Euge, el resto de la población femenina de Grove le va detrás, así que no es nada nuevo. Pero no esperaba que él encontrase la manera de apuntarse al concierto.
Había sido una idiota al creer que había venido por mí. Era triste lo ingenua que podía llegar a ser. 
—Soy una estúpida —susurré a través del nudo que tenía en la garganta.
 —No, eres inteligente, guapa y divertida. –Le sonreí y me enjugué el resto de las lágrimas. 
—Gracias. 
—¿Estarás bien? 
—Sí, sólo necesito estar un momento a solas. Si te parece bien. –Gas asintió.
—Desde luego, nos vemos en los asientos. 
—De acuerdo.
Me lavé la cara con agua fría y me sequé con un poco de papel. El maquillaje había desaparecido, y mi cara estaba roja. Llevaba polvos y colorete en el bolso, pero me lo había dejado en el coche. Seguramente, Peter lo habría cerrado, aunque también era cierto que la gente del sur de Alabama no acostumbraba acerrar sus vehículos con llave. Al menos podía comprobarlo y devolver mi cara a su tono pálido natural. Busqué el Mercedes en el que habíamos venido en la fila D del aparcamiento. No me di cuenta de que la puerta estaba abierta hasta que tuve a Peter justo delante de mí. 
—Lali —dijo sorprendido. Reculé un poco y me dispuse a huir otra vez al baño para llorar un poco más, porque era tan perfecto que dolía mirarle —Lali, por favor, no te vayas. Tengo que hablar contigo. 
—Ya has dicho más que suficiente. 
—Lali. —Me agarró del brazo y me sujetó la cara entre las manos, acariciándome suavemente las mejillas con los pulgares. —Soy un imbécil —dijo, y tuve que reprimir el impulso de asentir con la cabeza—. Lo que he dicho suena peor de lo que es. No me estaba refiriendo a ti, ni a cómo me siento contigo. 
—¿De verdad? Porque eso es justamente lo que parecía —le espeté. 
—Leann me estaba acusando de no haber amado nunca a Eugenia. Me decía que para mí era un trofeo o una propiedad. Y he explotado. —Peter cerró los y soltó un suspiro frustrado—Contigo las cosas son diferentes, no estoy seguro de qué es, pero cuando estás cerca de mí siento algo que nunca había sentido. Te deseo. Y mucho. Me asombra y también me aterroriza. Seguramente no te merezco. Puede que lo que siento esté mal. Porque yo quería a Euge, la quería de verdad. Ella era todo lo que necesitaba... pero nunca sentí el deseo incontrolable de poseerla. Nunca inventé razones para que enrollara las piernas en mi cintura y así poder sentirla apretada contra mí. Nunca —dijo tragando saliva—Nunca pensé en hacerle el amor de la misma forma que a ti.
Le estaba mirando tan fijamente que me olvidé de respirar. Peter parecía debatirse entre el miedo y el anhelo. El chico encantador del que me había enamorado hacía años estaba allí, escondido debajo del otro hombre en el que se estaba convirtiendo lentamente. 
—No soy digno de ti. No sé por qué te deseo tanto. Estaba enfadado conmigo mismo cuando dije todo eso, porque te deseo como nunca había deseado nada. Antes sólo quería sobresalir en el fútbol americano y sacar buenas notas en la escuela. Quería que mis padres estuviesen orgullosos de mí. Pero ahora también quiero otras cosas. Me afectas de una manera que no soy capaz de entender. – Me puse de puntillas y le hice callar  poniendo mis labios sobre los suyos, pero antes de que pudiese abrazarme di un paso atrás e interrumpí el beso. 
—Gracias por explicármelo — respondí, mientras él me observaba intentando comprender el por qué del beso y de su súbita interrupción—Sé que querías, o quieres, a Euge. Te vi crecer adorándola. Es sólo que... No sé si puedo soportar que coquetees conmigo un momento y al siguiente estés de mal humor o te entren ataques de ira por culpa de Euge y Nico. 
—Lo entiendo —dijo Peter alargando el brazo para enlazar sus dedos con los míos—No estoy listo para una relación, pero me gustaría disfrutar del verano. Antes de que llegases, no estaba seguro de si me iba aquedar hasta el mes de agosto. Pero ahora que estás aquí ya no quiero marcharme. Me gustaría disfrutar de este último verano sin preocupaciones a tu lado. –Eso no era exactamente lo que deseaba cuando decidí venir aquí, pero era mucho más de lo que esperaba. Quizá Peter encontraría la forma de seguir adelante. Además, necesitábamos tiempo para conocernos sin Euge entre los dos. 
—A mí también me gustaría. Pero no quiero juegos. No los entiendo. —No podría soportar que me tratase como antes y a la primera de cambio se pusiera como una furia por culpa de Euge. Mi corazón tenía un límite.
—Nada de juegos —dijo apoyando la mano en mi cadera y arrimándome a él. Bajó la cabeza y empezó a besarme la nariz, las mejillas y la frente.
Me estremecí al sentir su cálido aliento haciéndome cosquillas sobre la piel. Me obligué a separarme de él. Si seguía así, acabaría dejándole que hiciese lo que quisiera. No necesitaba un beso apasionado apoyada contra su coche. Tenía que superar el dolor de saber que para él nunca pasaría de ser una simple distracción veraniega.











5 comentarios :

  1. No voy a matar a nadie pq el capitulo ME ENCANTO! Subiii otrooooooo pleeeeaseeee!!!! ♡♡♡
    @Coraimaaleman94

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jaja me alegro de que te guste ahora mismo subo otro capi ;)

      Eliminar
  2. wuuu me reencantó! Lali es un poco boluda pero buee me encanto el capi(: wiii subí otro ahora please, sorry pero sq me reenganché:( jiji atte:maria

    ResponderEliminar
  3. Aún no lo perdones lali deja que sufra un poco más jejeje, wauu que lindo capítulo

    ResponderEliminar