lunes, 18 de agosto de 2014

Curando al corazón - cap. 25

  
Bueno amores aquí os dejo los 2 capítulos que os prometí que no se me olvidó eh Carlita ;)  y bueno muchas gracias a las hermosuras que siempre me comentan, y a las que no lo hacen también les agradezco por leer, os Quiero mucho a todas :*
PD: se acerca algo no muy bueno :/



—Lali —susurró, mirándome fijamente. Me moví un poco, abriendo las piernas para que se acomodara entre ellas. 
—Oh —jadeé, y él me tapó la boca con la suya. Los besos lánguidos y tiernos habían desaparecido y Peter me consumía con una urgencia feroz. Mi cuerpo se pegó al suyo como si tuviese mente propia y, esta vez, fue Peter el que gimió. Sus manos cubrían mis pechos desnudos, acariciándome y provocando que mi mundo explotase fuera de control. Su boca ahogó mi respuesta, pero en ese momento no me importó. Era como si alguien hubiese disparado fuegos artificiales dentro de mi cuerpo. Me aferré a él, temerosa de caer a algún lugar del que no podría regresar. El dolor había repercutido por todo mi cuerpo, convirtiéndose en un placer que no sabía que existía. Al volver lentamente en mí, me di cuenta de dos cosas. Peter ya no me estaba tocando el pecho. Tenía las manos a ambos lados de mi cabeza, la tela del saco de dormir agarrada con fuerza en sus puños. Su cabeza estaba enterrada en la curva entre mi cuello y mi hombro, y respiraba entrecortadamente. Su cuerpo se sostenía rígido sobre el mío y, con mucho cuidado, bajé las piernas con lasque me había estado sujetando a él. Peter no se movió ni se relajó. La vergüenza y la preocupación por lo que habíamos estado haciendo me invadieron. ¿Qué era lo que acababa de experimentar? Su cálida boca depositó un beso en mi cuello y me estremecí. 
—No lo hagas —exigió en un susurro ahogado. Dejé de moverme, temiendo haber hecho algo mal. Permanecimos tumbados unos minutos en silencio y cada vez me sentía más preocupada. Finalmente, levantó la cabeza y soltó el saco de dormir para enderezarse y apartarse de mí, con cuidado de no presionar mi entrepierna. La humillación me invadió al ver que buscaba mi camiseta. Sin decir nada, dejé que me la pusiera. Me tapó el pecho desnudo y también el estómago, mientras yo me incorporaba en el saco de dormir. Había hecho algo mal. Sentía el estómago revuelto. 
—Lo siento —susurré.
Peter alzó la cabeza para mirarme, pero no le devolví la mirada. No podía. 
—¿Qué? —preguntó en una voz grave y ronca que nunca le había oído. Me tapé la cara con las manos para que no viese las lágrimas que me brotaban. 
—No sé por qué lo he hecho. Lo siento mucho. No quería...Peter estaba delante de mí, apartándome las manos de la cara y obligándome a mirarle. 
—¿Lo sientes? ¿Lali, comprendes lo que acaba de pasar? – Me encogí de hombros y sacudí la cabeza.
Peter soltó una risita y tiró de mí para que me sentara en su regazo. 
—Ha sido el momento más increíble de mi vida. No lo sientas. Por favor — dijo en el mismo tono de voz grave y sexy que había utilizado antes. Examiné su expresión un momento. 
—Pero... No lo entiendo. – Peter se inclinó y me dio un beso en la punta de la nariz y después uno en cada párpado. 
—Entonces deja que te lo explique. Una chica preciosa acaba de confiar en mí lo suficiente como para que la toque como nunca la han tocado. He podido abrazarla y contemplarla mientras se deshacía en mis brazos. No se parece a nada que haya experimentado antes. Es una chica asombrosa y ha reaccionado a mis caricias. Me desea.... Y he sido yo el que ha conseguido que escalase fuera de control. Oh. Pero... 
—Pero parecías tan tenso y enfadado cuando he reaccionado así, y te has apartado de mí como si no quisieras estar conmigo. – Peter soltó una risa ahogada. 
—Lali, estaba reuniendo hasta la última gota de autocontrol porque no quería arrancarte esos pantalones cortos y hacer algo para lo que ninguno de los  dos está preparado. Durante un momento lo único que veía era el deseo que me consumía, y he estado a punto de hacerlo. Lo que has interpretado como enfado era que estaba intentando calmarme. – La firmeza que sentí junto a mi trasero al sentarme en su falda me indicó que no se había calmado del todo. 
—Pero tú todavía... —No supe cómo seguir y una sonrisa torcida le apareció en la cara. 
—Sí, bueno, dudo que pueda quitármelo de encima sin una ducha bien fría y creo que me la voy a dar dentro de un minuto.
Oh, vaya. Sabía lo suficiente como para comprender que un chico podía pasarlo muy mal si una chica le excitaba y no... conseguía aliviarse. No podía imaginar permanecer en ese estado por mucho tiempo. Él me había abrazado mientras conseguía mi desahogo. 
—Podría... ayudarte —ofrecí en voz baja y él se puso rígido. 
—¿Qué? 
—Podría ayudarte a, mmm..., a desahogarte. Quiero decir que estás así por mi culpa. Podría..., bueno, quiero ayudar. 
—Oh, mierda —musitó, tapándose la cara con la mano y frotando con fuerza— Lali, no me puedes decir estas cosas ahora mismo. 
—¿Por qué no? 
—Porque con sólo pensarlo, me duele más. Me bajé de su regazo y no levanté la vista para ver su reacción. Respiré hondo y alcancé el botón de sus pantalones. Me agarró de la mano. 
—Oh, no. No dejaré que lo hagas. 
—Quiero hacerlo. – Peter sacudió la cabeza. 
—No, Lali. Iré al baño y lo solucionaré. – Aparté la mano con más fuerza de la necesaria y seguí. —Dios —gruñó mientras le bajaba los pantalones. Alzó las caderas para que pudiese bajarlos lo suficiente. Me sentía poderosa. Ver a Peter Lanzani completamente fascinado con todo lo que hacía era excitante, además de divertido. La Lali nerviosa y reservada gritaba dentro de mi cabeza que no podía tocar a un chico ahí, pero yo la mandé callar y me olvidé de ella. Estaba dispuesta a hacerlo. 
—Joder —resolló Peter, con tanta fuerza que me hizo estremecer. Un temblor le recorrió el cuerpo. —Lali —dijo en un susurro entrecortado—. Nunca han... No creo que pueda... Ah, qué bien. – El placer que irradiaba su expresión despertó mi deseo. Le solté y me quité la camiseta que me había puesto. Después, me senté a horcajadas sobre él, apoyándome en sus rodillas antes de sujetarle de nuevo. 
—Joder —silbó Peter entre dientes, y se arqueó debajo de mí. Le miré a la cara y vi que sus ojos estaban fijos en mi pecho. Ésa era la idea. Quería sus ojos sobre mí.
—Más fuerte —dijo en tono suplicante—. Agárrame con más fuerza. – Había intentado no hacerle daño, pero parecía querer que le apretase más. Me incliné hacia delante y coloqué una mano en su muslo y oprimí suavemente con la otra. —Ah —gruñó, y se dejó caer hacia atrás, apoyándose en los codos. —Lali, me voy a...—alargó la mano para apartar la mía. 
—Bien —respondí, negándome a soltarlo. Y me incliné para besar sus abdominales, que se tensaban con cada respiración. 
—Mierda —gimió, y su mano se enredó en mi pelo— No podré parar. – Le devolví la mirada, tenía los ojos empañados por el placer. Me lamí los labios deliberadamente y apreté con más fuerza. 
—Joder —gritó.


4 comentarios :

  1. Madre de diiioooos!!! El capitulo estuvoo muy bueenoo(como peter jaja) estuvooo muy hooot!!! UNA DUDA??!!! PETER EA VIRGEN????!!!!! subeee el otroo yaaa

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  2. Oh MY GOD! madre mia este capi me encanto lali se "siente poderosa" jjjjj que risa me dio esa parte y pit cm disfruto yo tmbn tengo esa duda pit es virgen¿!

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  3. ah bueno !moriii con este cap, ya vi q no t olvidaste asi m gusta che se rezarparon ests dos jijiji yo creo q peter si es virgen ahaha
    soy Carlita jiji

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