Peter
Eugenia se
subió a la rama y se sentó.
Tiempo
atrás, hubiese reclamado mi ayuda. Ahora ya no me necesitaba para nada. Le
había fallado en tantos sentidos… Había oído la expresión “Tener el corazón
roto”, pero no había comprendido su significado hasta ahora.
Ahí sentado,
mirándola, el corazón me dolía de verdad. Desde el día en que salí de la
iglesia y la vi con Nico, me costaba respirar. En ese momento fue cuando lo
supe. Hubiese querido que me dijese cualquier cosa para demostrarme que estaba
equivocado. Pero, en el fondo, lo sabía. Eugenia ya no era mía.
-Impresionante.
Haces que parezca fácil – dije en voz alta para que me oyera. Me había enviado
un mensaje diciéndome que estaba en el lago. Pero resulta que yo llevaba horas
en nuestro sitio: Había ido a reflexionar. Aquí era donde todo había empezado,
resultaba apropiado que también terminase aquí.
La expresión
de Eugenia delataba confusión. Me encantaba esa mirada. Era adorable.
- Ya había
venido, cuando mandaste el mensaje – expliqué, y sus labios dibujaron una
sonrisa.
- Ah –
respondió.
- ¿A qué se
debe la visita? – pregunté, aunque sospechaba la razón. Sólo quería que lo
dijese en voz alta. Ya era hora de que aclarásemos las cosas. Me puse de pie y
caminé hasta donde estaba sentada, después de advertir una presencia oculta entre
las sombras. Era de esperar que Nico hubiese venido a verme. O quizá la había
seguido a ella.
- Quería saber
cómo estabas. Nico dijo que tenías una contusión.
No pude evitar
que se me escapara la risa. Tenía una buena magulladura. Lancé una piedra al
agua.
-¿Te ha
explicado cómo me la hice?
- Sí – los remordimientos
que sentía eran evidentes en su tono de voz. Nico debió de confesarle que me
había reventado la cabeza. Aunque no era culpa suya.
- Lo
merecía. Esta semana me he comportado contigo como un cretino.
El dolor que
sentía en el pecho empeoró. Recordar a todo el mundo tratándola con crueldad
mientras yo me quedaba de brazos cruzados era algo que me perseguiría durante
mucho tiempo.
-mmm – no parecía
muy segura de qué más decir. Le había fallado. Me había fallado a mí mismo. Esa
reacción no era propia de mí.
- No debería
haberles permitido que te hicieran todo eso. La verdad es que la paliza de Nico
fue un alivio. Me sentía culpable, así que recibir una buena resultó liberador.
- ¿Qué?
Le sorprendía
que me sintiese culpable por lo que había permitido que le hicieran. Maldita
sea, esto lo hacía aún más difícil. Cada vez me costaba más respirar.
-Euge,
fuiste mi chica durante años, pero antes de eso fuimos amigos. Los mejores
amigos. No debí dejar que un bache en el camino me pusiera en tu contra de esa
manera. Estuvo mal. Cargaste con toda la culpa de algo que no era sólo
responsabilidad tuya. Era responsabilidad de Nico, y también mía.
- ¿Tuya? ¿Por
qué?
- Sabía que
él te quería. Había visto cómo te miraba. También sabía que le querías más que
a mí. Los dos compartíais un vínculo secreto del que yo no formaba parte. Estaba
celoso. Nico era mi primo y tú eras la chica más guapa que había visto en toda
mi vida. Te quería para mí. Así que te invité a salir. No lo comenté primero con Nico. Aceptaste y, como por arte de magia,
rompí vuestro vínculo. Os dejasteis de hablar. Nico era mi amigo y tú eras mi
novia, era como si vuestra amistad nunca
hubiese existido. Fui egoísta e ignoré el sentimiento de culpa hasta que
desapareció. Sólo cuando le veía observándote con esa expresión de anhelo y
sufrimiento volvía la sensación de culpabilidad. Mezclada con miedo. Miedo a
que volvieses junto a él. Miedo a perderte.
Ésta era la
primera vez que decía abiertamente la verdad. La había escondido en mi interior
durante años, ver como Euge cambiaba de personalidad y no decir ni una sola
palabra al respecto… todo aquello era culpa mía.
La mano de
Euge jugueteaba con mi pelo, y quise cerrar los ojos y suspirar bajo esa
caricia inocente. ¿La amaría siempre de esa forma? ¿Tendría que pagar por mi
falta durante el resto de mi vida con este dolor constate en el pecho?
-Yo también te
quería. Quería ser digna de ti. Quería ser la chica buena que merecías.
Oír aquello
me recordó porque nuestra relación no había funcionado, ya que dejé que creyera
que esperaba más de ella.
- Euge, eras
perfecta tal como eras. Fui yo el que te dejó cambiar. Me gustaba el cambio. En el fondo, sabía que el espíritu
libre que habías sofocado lucharía para liberarse. Al final, ocurrió. Y el
hecho de que fuese con Nico no me sorprende lo más mínimo.
- Lo siento
Peter. Nunca quise hacerte daño. Lo eché todo a perder. No tendrás que vernos
ni a Nico ni a mí juntos. Voy a salir de vuestras vidas. Podrás recuperar lo
que perdiste.
Cuando vi
que Nico no salía corriendo del bosque maldiciendo como un marinero, comprendí
que estaba demasiado lejos para oírnos.
Le tomé la
mano, yo era el único capaz de convencerla de que no debía hacerlo.
Era hora de
dejarla marchar.
-No lo
hagas, Euge. Te necesita.
Negó con la
cabeza y me ofreció una sonrisa triste.
-No, él
también está de acuerdo. Hoy casi ni me ha mirado. Sólo me dirigió la palabra
cuando quiso dejar claro a todo el mundo que tenían que dejarme en paz.
No tenía ni
idea.
-No
aguantará demasiado. Nunca ha sido capaz de ignorarte. Ahora mismo está
lidiando con muchas cosas. Y lo está haciendo solo. No le apartes de tu lado.
Eugenia bajó
de la rama y de dio su último abrazo.
-Gracias. Tu
aprobación lo es todo para mí, pero ahora mismo te necesita. Eres su hermano. Yo
sólo sería un obstáculo.
El dolor era
casi insoportable. Alargué la mano y jugueteé con un mechón de su pelo. Ese
rubio perfecto me fascinaba desde los cinco años. Siempre me había recordado a
una princesa. Había perdido a mi princesa, pero su recuerdo valía hasta la
última punzada de dolor que sentía en el corazón.
-A pesar de
que estuvo mal quedarme contigo sin tener en cuenta los sentimientos de Nico,
no soy capaz de sentirme arrepentido. He pasado tres años maravillosos a tu
lado, Euge.
Éste era mi adiós.
Nico estaba ahí fuera, esperando a que me alejase. Había llegado su momento. Yo
había echado a perder mi oportunidad a lo grande. Le solté el pelo, di un paso
atrás, me di vuelta y me adentré en el bosque en busca de mi hermano.
Seguila porfa haver !!
ResponderEliminarjajaja :) valeee!
EliminarHolaaa me encanto :) cuando leí el prologo dije WOW jajjajaa quiero mas :) besos..
ResponderEliminarcasijuegos.blogspot.com.ar
muchas gracias por pasarte por aquí ;) un besazo, guapetona!
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